Vinícius acaparó la ira de la hinchada navarra y la cita se fue al descanso sin goles. Una preciosa media volea, imposible para Agirrezabala, que llenó de felicidad a los medio millar de seguidores rojillos que se acercaron a Bilbao
Vinícius acaparó la ira de la hinchada navarra y la cita se fue al descanso sin goles. Una preciosa media volea, imposible para Agirrezabala, que llenó de felicidad a los medio millar de seguidores rojillos que se acercaron a Bilbao